Explanation:
As veces deberíamos preguntarnos ¿por qué Jesús ordenó el acto de bautismo? ¿Por qué existe el bautismo? Si la salvación es por gracia a través de la fe, ¿para qué instituir un ritual obligatorio o un símbolo para expresar esa fe? Esa es una pregunta que la Biblia no responde. Pero la experiencia enseña algunas cosas interesantes.
Por ejemplo, después de mi primer mensaje (hace tres semanas) una antigua misionera a las Filipinas se me acercó y expresó su apreciación por la serie de mensajes y dijo por qué. Dijo que en las Filipinas, donde hay bastante sincretismo católico, las conversiones eran toleradas y escasamente notadas por las familias –hasta que llegaba el momento del bautismo. Entonces se hacían realidad las predicciones bíblicas acerca de la hostilidad y la separación. Hay algo en este ritual público que trae consigo la expresión de una nueva fe encontrada, y deja en claro dónde está una persona y qué está haciendo. En otras palabras, en muchas culturas la situación actual es muy parecida a la situación con Juan Bautista. Él venía predicando un bautismo de arrepentimiento, y aquellos que pensaban que tenían todo lo que necesitaban muy a menudo se enfurecían.
Esa misma semana llegó este períodico de misiones (Reporte de un Amanecer, [The Dawn Report] 30 de mayo). En la página 7 hay una imagen de un hombre bautizando junto a un establecimiento misionero en un río, bajo la imagen está este título: “Los servicios fuera de la iglesia y los bautismos en el río son, algunas veces, los instrumentos más eficaces para el crecimiento”. Realmente no conocemos la inmensa constelación de razones que Dios tenía en su sabiduría pra preescribir el bautismo como una forma normativa de expresar la fe en Cristo, y de ser identificados con él y su pueblo. Podemos pensar en muchas razones por la que es una buena decisión, pero probablemente no podemos acercarnos a pensar en todos los buenos efectos que Dios tuvo en mente. A fin de cuentas este es un acto de confianza en nuestro Padre quien conoce lo que hace, y estamos felices por obedecer sus mandamientos.